Los Priepke, ¡my host family!

La primera vez que he escrito este post, me he pasado una hora intentando escribirlo. Creo que es porque estoy tan feliz y emocionada como aterrorizada. Ya es oficial. Ya tengo una familia esperándome en EE.UU. con los brazos abiertos. Y si, habéis leído la primera vez, porque soy tan lista que he borrado la entrada sin querer. Pero no pasa nada, porque tengo tantísimas ganas de contaros esto, que lo escribiría mil veces si hiciera falta.

La última vez que escribí sobre esto, tenía la cabeza hecha un lío, porque no me esperaba que los Priepke volviesen a escribirme. Pero lo hicieron. Así que yo, que tenía bastante claro que quería irme a California con los Anderson, ya no lo tenía tan claro. Les dije que quería aclarar algunas cosas con ellos para terminar de pensar si me iba a Boulder o no. Mientras tanto, me pasaron el correo que la au pair de unos vecinos para que hablase con ella.



La chica se llama Laura y, como también habla español, pude concentrarme en pensar en lo que realmente tenía que pensar, y no en buscar las palabras para expresarme. Laura me explicó por qué Boulder es un buen sitio para vivir. A pesar de que está "alejado" (a media hora en transporte público de Denver, la cuidad más cercana), tiene un muy buen ambiente de gente joven, la vida es muy tranquila allí, es muy fácil conocer gente y hay un montón de actividades que hacer. También me contó como estaba siendo su experiencia de cuidar niños tan pequeños.
Al hablar con Laura, conseguí entender que lo importante no era dónde fuese, sino con quién pues, al fin y al cabo, voy a vivir con la familia, y no con el estado en que estuviese. Cuando colgué la llamada, tenía las ideas muchísimo más claras sobre quién debía ser mi familia. ¿De qué me servía a mi tener San Francisco a una hora de distancia si apenas tenía conexión con la gente con la que iba a vivir durante todo un año (o más) de mi vida?

Chicos, quiero daros un consejo: si os encontráis en esta posición, entre elegir un estado cliché y una familia con la que encajéis, sabed que mucha gente pensará que estáis locos (incluso puede que se decepcionen) si escogéis a la familia. No os preocupéis de lo que piensen, preocupaos por sentiros a gusto durante vuestra aventura y elegid con cabeza. (Ojo, esto no quiere decir que no encontréis a la familia en California, New York o esos otros lugares donde quiere irse todo el mundo).

Al día siguiente los Priepke contestaron a mi correo y en seguida nos pusimos de acuerdo en un par de cosillas que quería dejar claras antes de decir que si. Esa misma tarde también hablamos por Skype, y me volvieron a preguntar si estaba segura de que quería cuidar de tres niños, que era mucho trabajo. De verdad, que si que quiero. Estoy tan enamorada de esos niños que por supuestísimo que quiero. Además, me hicieron un tour por su casa, que es preciosa, y me presentaron a su perrita. Antes de colgar, quedamos en que iba a quitar el match de los Anderson para que ellos volvieran a poner el suyo. (En realidad, me dio un poco de cosilla tener que decirle que no a los Anderson sin haberles mandado ni un correo ni nada, pero bueno... Estoy segura de que lo superarán).

Esta tarde he vuelto a tener noticias, pero no de ellos, sino de la oficina de Cultural Care Au Pair en Boston. No me esperaba en absoluto la llamada, y en ese momento teníamos una montada en casa que casi les cuelgo porque pensaba que se habían equivocado. Me llamaban para confirmar que sí, que había encontrado a mi familia y que quería irme a Colorado con los Priepke. Una vez me han dado la enhorabuena, me han pedido que llame a mi agencia para que me informaran de los próximos pasos a seguir y me han mandado un email con algo más de información.

Ahora, se que me espera un montón de papeleo y de movimiento, pero yo solo puedo pensar en el día en que suba al avión para irme... ¡Ya no queda nada!

¡Sed felices!