Ayer, me llegó un correo diciéndome que ya estaba disponible mi vuelo, así como otro con los pasos a seguir para hacer el visado. Hasta aquí todo correcto.
Cuando me metí a leer las instrucciones para comenzar el trámite del visado, me di cuenta de un pequeño detalle fundamental: No tenía pasaporte. Me puse a mirar dónde había cita, porque hay que pedir cita on-line. La fecha que más pronto me daban era para el 28 de abril. Podéis imaginaros como me puse yo anoche pensando que no iba a tener los papeles listos a tiempo.
Esta mañana me he levantado sobre las 10, he ido a hacerme la foto para el pasaporte, y me he ido a la comisaría de dónde vivo. Le he dicho a la persona encargada que no tenía cita, pero que era muy urgente y que si podía esperar por si alguien faltaba. Me ha dicho muy amablemente que sin problema, pero que le echara paciencia. Y eso he hecho.
Después de tres horas esperando y desesperando, me he acercado a hablar de nuevo con la señora de antes para preguntarle si ella creía que me cogerían y si había faltado alguien, para orientarme más que nada. Me ha dicho
Cuando hemos llegado a la comisaria, la policía de la entrada me ha preguntado mi vida en verso (no me ha pedido una muestra de saliva de milagro) pero me ha dejado pasar. Luego he llegado al control, y hemos tenido que volver a lo mismo, y me han mandado a hablar con una funcionaria para explicarle mi situación y ver si podía ayudarme. Me ha dicho que sin problema, pero que tenía que esperar. He tenido que esperar dos horas y media, pero la chica lo ha compensado con lo amable que ha sido. En 15 minutos estaba fuera de la comisaria con mi pasaporte... Al fin.
¡Sed felices!
No hay comentarios:
Publicar un comentario